Solo unos días en Biarritz son necesarios para recuperar la paz. Podría hacer un sin fin de fotos de diferentes hortensias, son como nosotros.
Unas grandes, otras chiquititas, unas cuidadas, otras sin el mimo de nadie salen de forma silvestre.
Digo que son como nosotros, porque a todos nos da la vida una forma u otra.
El cariño con el que cuidamos las flores o las cosas, es bastante reflejo , mejor dicho puede ser bastante reflejo, de como cuidamos a las personas que tenemos cerca.
Podemos hacerles sentirse grandes y queridas, podemos no abonarlas nunca, ni ponerles la tierra adecuada y quedarse canijas. Podemos no echarles cuenta, ir al lado suyo pero no hacerles ni caso y crecerán de una forma silvestre, sacando la cabeza por donde puedan.
Esta es una forma curiosa de ver el cariño, pero al cuidar las flores y cosa de mi casa pienso en las personas a las que atiendo, eso me ayuda.
