viernes, 13 de abril de 2012

Bendita normalidad





Hace días que estoy intentando dejar algo escrito, pero no encuentro el momento de tranquilidad suficiente para hacerlo. 
Al volver del Camino de Santiago, aguado y lluvioso, solo pensaba que lo más preciado que tenemos es la "Bendita normalidad".
La vuelta a casa es,casi siempre, el mejor premio de las vacaciones. El hombre está hecho para vivir en cotidiano, en orden, en su trabajo y con los suyos. Todos los montajes que hacemos de vacaciones son un instrumento para volver a nuestro día a día con más ganas, convencidos que ahí es donde realmente somos felices y donde deberíamos hacer felices a los nuestros.
Hoy mi familia tenemos muy cerca el dolor y la enfermedad. De esto, como de las cosas cotidianas, nadie nos libramos. Son momentos que nos sirven para recuperar lazos, para demostrar el cariño, y para sufrir juntos.También son momentos donde se descubren grandes cosas de las personas que queremos. El poner al límite a las personas sirve para reconocerlas como son, son momentos importantes que no debemos dejar pasar como si nada. 
Los amigos son un gran apoyo, parece que no están, lo cotidiano nos absorbe a todos, pero ahí están de una forma discreta pero segura.
¡Gracias a todos!

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