miércoles, 28 de marzo de 2012

¡Enfermos!

Hoy quiero echar un brindis a los enfermos. A los que están en casa acompañados y cuidados, a los que no tienen más remedio que vivir en un hospital. A los que están, más o menos desatendidos, y a los que todavía no saben lo que tienen.
Vivir enfermo, no me voy a poner dramática, no tiene ninguna gracia. Yo sólo le encontrado la "gracia" de tener que apoyarse en los demás. Desde la enfermedad es más fácil entender al que lo está pasando mal, ser más comprensivo.
También tengo que reconocer que como Cristiana que soy, entiendo la enfermedad cerca de Cristo. Es el que me da la paz interior para no desesperarme ante la enfermedad propia y ajena.
Esto no se improvisa. Todos tendremos cerca ejemplos de personas queridas que han muerto. Yo tengo uno muy cercano que fue un ejemplo de paz y de lo que se puede decir un "buen enfermo". El día de su muerte celebramos una Misa en casa de mis padres, acudieron muchas personas jóvenes que le querían. El sacerdote en su homilía les remachó que la Fe no se improvisa, que se muere como de vive. 
Es una realidad que morirnos nos tocara a todos, pero que cada uno debemos elegir cómo queremos que sea. Os puedo asegurar que morir con Fe y con Paz es algo maravilloso. 

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